Los candidatos presidenciales de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro y el izquierdista
Fernando Haddad, que disputarán el balotaje el próximo domingo, intercambiaron duras acusaciones en búsqueda de los votos fundamentales para vencer la elección, en un país
polarizado con una inédita tensión en las calles y en las instituciones.

“Nadie miente más que el Partido de los Trabajadores, que arruinó el país”, dijo Bolsonaro en un video divulgado por las redes sociales, en el cual arma que Haddad es “ateo” y que “busca enseñar sexo a niños de seis años”.

“Haddad dice que soy el responsable por la campaña más sucia de la historia, justamente él, que es orientado por un presidiario”, dijo Bolsonaro en referencia al líder del PT, el ex
presidente Luiz Inácio Lula da Silva, detenido desde el 7 de abril por una condena por CONOSUR.

La campaña de Bolsonaro recibió un duro revés el jueves con la apertura de una investigación de la Fiscalía Federal de Río de Janeiro contra el economista Paulo Guedes, presidente de un fondo de inversiones acusado de fraude contra el sistema financiero
nacional. Guedes fue nombrado con anticipación como el eventual ministro de Economía de un gobierno de Bolsonaro a partir del 1 de enero.

Haddad, por su parte, denunció que Bolsonaro “comete un grave atentado contra la democracia buscando manipular la voluntad del pueblo con mentiras y desinformación”, al comentar un trabajo de la entidad Atlas Político que indicó que las fake news contra el PT alcanzaron a un tercio del electorado en la primera vuelta.

Haddad cafilicó como “desertor” y “soldadito de lata” a Bolsonaro por haberse ausentado de
todos los debates.  “Quiero pedirle al pueblo que no se deje llevar por el odio y la mentira, con un profesor que vive de su salario con 18 años de servicios prestados a Brasil, vamos a dar vuelta la elección, corregir errores y retomar los aciertos, el odio no lleva a nadie”, dijo Haddad.

En la propaganda del PT se reprodujeron las declaraciones de Bolsonaro contra el salario
mínimo, a favor del asesinato de personas en forma extrajudicial y la defensa de la tortura en la dictadura militar.