La ordenanza aprobada este jueves que modifica el Organigrama Municipal puede ser vista como el último intento del Gobierno del intendente Esteban Avilés de hacerse del control de la institución que visualizó como su enemiga más fuerte en los seis años de gestión. Mientras la Justicia aún no determina qué sucederá con el servicio de agua de la ciudad, la creación de una Subsecretaría de Agua y Saneamiento muestra claramente las intenciones del intendente en este combate que, en los papeles y en los medios, parece haber bajado de intensidad en los últimos meses.

En la realidad, no es tan así y  la disputa sigue vigente tras las bambalinas del poder local con un Avilés que está pensando en estéreo: en una de las líneas está su futuro político en alguna estructura provincial o nacional; en el otro, qué pasara con el Gobierno de Carlos Paz, ciudad en la que quiere conservar el poder para su espacio.

La creación de una Secretaría de Coordinación de Gabinete evidencia, a su vez, la necesidad del intendente de concentrar el poder de las decisiones importantes de su gestión en la figura de un funcionario que, quizás sí o quizás no, sea luego quien tenga la responsabilidad de representar a Carlos Paz Unido como candidato a intendente a 2019.

En el espacio y en el anillo más grande que incluye a otros partidos, Avilés tiene a varios interesados en sucederlo: el secretario de Salud, Rubén López (quien ya fue candidato a intendente); el secretario de Calidad Institucional, Darío Zeino; la presidenta del Concejo, Alejandra Roldán; el concejal del PRO y aliado del avilesismo, Marcelo Cuevas, son algunos de los nombres que se barajan dentro del Gobierno. Por fuera hay algunos tapados que aún no aparecieron en escena pero que seguramente lo irán haciendo en los próximos meses.

El último avance

En el Gobierno están confiados en que la Justicia dictamine a su favor en el diferendo con la Cooperativa Integral. El 1 de agosto de 2016, en el discurso que pronunció en la Apertura de Sesiones del Concejo de Representantes, Avilés anunció la municipalización del servicio de agua potable y anticipó la creación de la Subsecretaría de Agua y Saneamiento que finalmente se creará ahora y estará bajo la órbita de la Secretaría de Desarrollo Urbano Ambiental (la vieja y conocida Obras Públicas). En los fundamentos se plantea el funcionamiento del área y allí se observa claramente que se está hablando prácticamente de un proveedor de servicio.

En la Coopi encendieron las alarmas para recomenzar un plan de lucha que seguramente se extenderá hasta el fin del mandato de Avilés si es que la iniciativa oficial no prospera. Si pasa lo contrario y el intendente gana la batalla judicial, no hay forma de anticipar lo que sucederá en la ciudad.